Hizo apenas un mes

El 2 de diciembre hizo un mes de lo que pudo haber sido y no fue. Las noticias registradas en The Washington Post ese día fueron, no por esperadas, menos desesperantes—oscuro preestreno de lo que va a seguir.

El Reelecto emprendió viaje a Canadá, acompañado por su futura hacedora de alianzas, la reencauchada Condolencia Rice. Viajaron para deshacer entuertos con sus vecinos del norte. En la ciudad de Halifax, puerto principal de entrada para la inmigración canadiense, el mismo señor Bush de los últimos cuatro años intentó explicar la política exterior de los próximos cuatro. Prometió acoger con brazos abiertos a los países amigos, siempre que estén de acuerdo con todas sus metas: establecer mecanismos multilaterales eficientes (sujetos a los caprichos de la Casa Blanca); luchar contra el terrorismo (cómo él diga) y promover la democracia (donde, cuando y como le parezca) Afirmó también que la cooperación internacional será la prioridad de política exterior pero siempre en sus propios términos. Menuda desvergüenza. Cooperación no para actuar juntos y alcanzar fines comunes, sino para aceptar sus caprichos y reclutar gobiernos sumisos para conseguirlos. Eso no es cooperación sino colonialismo. Por algo dijo Putin—ducho en practicar la dictadura– que la política exterior de Estados Unidos es dictatorial.

Veamos ahora lo que está haciendo con nuestros impuestos (recortados y todo en la primer venida, afectan todavía nuestros bolsillos) Un conjunto de programas federales financiados por los contribuyentes tiene como objetivo educar a la juventud en la abstinencia sexual. Entre los Valores Morales que se enseñan en algunos de ellos: el aborto puede causar esterilidad e inducir al suicidio; 50% de los adolescentes masculinos homosexuales en Estados Unidos son seropositivos; el tocar los órganos genitales de otra persona puede resultar en embarazo; el Sida se transmite por la saliva y los condones no ayudan a evitarlo. Postulados mentirosos o que carecen de prueba. Lo que sí es cierto es que tales afirmaciones contribuyen a estimular la confusión de los adultos jóvenes. En Medellín decían que la masturbación da locura. Esas prédicas coinciden con las creencias de los fundamentalistas religiosos que votaron por uno de los suyos para que presida nuestra existencia y nos redima de culpa.

Mientras el gobierno está lleno de empresarios, las empresas están contagiadas de gobierno. Dos poderosas cadenas de televisión se negaron a difundir un aviso pagado por la iglesia Unitaria de Cristo dirigido a mostrar su carácter de aceptación e inclusión. Jesús no rechazó a nadie y nosotros tampoco, decía el anuncio excluido. CBS explicó que como uno de los incluidos era una pareja del mismo sexo, eso resultaba contradictorio con la propuesta de reforma de la constitución para prohibir los matrimonios gay promovida por “la rama ejecutiva”. NBC encontró el anuncio demasiado controversial. Es curioso que la tolerancia se haya vuelto controversial y que los medios de comunicación deban ponerse a tono con lo que el señor Bush emita.

El mismo día se anunció el nombramiento de Bernard Kerik ex jefe de policía de la ciudad de Nueva York, como secretario de seguridad doméstica en el gabinete del Reelecto. Según comentarios aparecidos, el señor Kerik tiene una hoja de vida intachable como miembro y directivo de las fuerzas policiales y adherente y practicante devoto de los métodos policíacos. La designación refleja sin duda la creencia del oferente de que la guerra contra el terror, como él la llama, es simple cuestión de policía.

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