Nuestra seguridad y la del mundo

Al aceptar su candidatura, el Presidente Bush prometió “construir un mundo más seguro”. El distinguido promitente ha estado en el poder casi cuatro años y se le podría preguntar parafraseando la cuestión famosa de Ronald Reagan a Jimmy Carter: ¿Estamos hoy más seguros que hace cuatro años? ¿Está el mundo más seguro que entonces? Es difícil medir la seguridad, mucho más complicado que el Producto Nacional, la pobreza o los índices del mercado de valores que suben con las malas noticias y bajan con las buenas, pero hay numerosos indicios para intentar una respuesta.

Esta mañana fui al Banco Interamericano de Desarrollo para entregar un sobre a un amigo. En la acera frente al edificio del BID había presencia policial bastante apreciable y un hombre negro esposado. ¿Te hace eso sentirte más seguro…?

Estamos sin duda más atrapados. Calles de circulación prohibida, garajes de estacionamiento con policías armados a la entrada y clientela restringida por la autoridad, colas perezosas e intrusas en los puestos de seguridad de los aeropuertos. El Banco Mundial ha cancelado el acceso de funcionarios de la OEA y de OPS a sus cafeterías “por motivos de seguridad”. Un contingente policial de 37.000 agentes fue desplazado en Nueva York durante la convención republicana y cientos de personas fueron detenidas por protestar contra el Presidente Bush. Sentimos esa incómoda sensación de que alguien te puede estar siguiendo, u oyendo, o entrando a la privacidad de tu computador. Y tenemos la presencia ocasional en la televisión del señor Ashcroft el inquisidor que ha dicho que las situaciones sospechosas deben en general ser enfocadas desde el punto de vista individual pero a veces merecen un enfoque de grupo. ¿Te sientes más tranquilo con todo eso…?

Estamos inundados de mediocridad prepotente. Una fuente digna de crédito, una comisión presidencial bipartidista, nos dice que los servicios de inteligencia no son inteligentes. Las investigaciones efectuadas por tales servicios fueron suficientes para organizar una guerra. Se ha montado una burocracia enorme, el llamado Department of Homeland Security o Departamento de Seguridad Territorial cuya tarea principal parece ser colectar información de esos servicios poco inteligentes y ordenarla y publicarla de manera que infunda pánico en la ciudadanía. ¿Te sientes menos vulnerable al abrigo de esas instituciones públicas…?

En cuanto al mundo, el terrorismo sigue implacable en donde ha imperado por décadas, como Colombia, Israel, Palestina, Turquía. En España e Indonesia se registraron las mayores masacres terroristas posteriores al 11 de septiembre de 2001. Al Queda es portaestandarte de las bandas criminales cuyos nombres aparecen en una lista del departamento de estado ¿Y qué más da? Persiste el terror en Afganistán e Irak y penetra en Rusia. Otra comisión oficial, creada esta por el Pentágono, nos informa que la tortura de prisioneros no ha sido cuestión de soldados caprichosos sino que unta de vergüenza la oficina misma del secretario de defensa. Lo más amenazante es la proliferación de armas nucleares en Corea del Norte, en Irán y quién sabe en cuantos reductos clandestinos más, sin pactos o instrumentos internacionales que la atajen o reduzcan. Las autoridades de la República de Corea dicen que allí se ha enriquecido uranio por mera curiosidad. ¿Te devuelve la calma esta situación global del terrorismo…?

¿No te parece que para construir un mundo más seguro como lo prometió el candidato presidencial sería necesario reconstruir al señor Bush o, mejor aún, reemplazarlo con alguien más capaz de darnos seguridad…?

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