Las Balas y el Dialogo

“Comunicar: hacer a otro partícipe de lo que uno tiene”. “Diálogo: discusión o trato en busca de avenencia” (Significados tomados del diccionario de la Real Academia). Dos palabras que el mundo parece haber olvidado. En la era en que los avances tecnológicos en las comunicaciones son la marca de los tiempos irónicamente no parece que estas se usen ni para comunicarse ni para dialogar. Más bien se usan para colonizar culturalmente, para amenazar e intimidar a otros y para estigmatizar a los demás.

Es notable que la humanidad se haya olvidado de los significados y la práctica de esas palabras. A pesar del intenso uso de los medios, uno no puede sobreponerse al sentimiento de que la comunicación se ha roto en el mundo y que la gente no puede hablar sin fomentar el conflicto o la guerra. Los ejemplos abundan. Basta ver o escuchar los noticieros o leer los periódicos. A nivel mundial se oyen todos los días por los medios de “comunicación” las amenazas reciprocas del alto gobierno de Estados Unidos y de Al Qaeda para exterminarse el uno al otro. Nadie trata de entender los intereses de la otra parte y como estos pueden coexistir. El resultado es una imagen demoníaca de Al Qaeda para los occidentales y otra imagen similar de los Estados Unidos en el mundo árabe. Así germina y florece el odio y se aprestan los ánimos para la exterminación mutua. Y todo esto con tintes emocionales y de fanatismo religioso por parte de los dos bandos. No hay comunicación ni diálogo, hay amenazas y hay guerra y los pueblos prefieren desangrase lentamente en lugar de conversar. Es la estupidez humana sin límites.

El caso de Palestina e Israel es similar. Ahora atizado por la enemistad personal entre Ariel Sharon y Yasser Arafat. Los dos pelearon en bandos opuestos en la época de la guerrilla del medio oriente y ahora son cabezas de sus países. No se comunican, se odian, cuando abren la boca no dialogan, se insultan, se acusan, se intimidan. Y ahora la pared para acabar de separar a dos pueblos, para hacer la comunicación mas difícil. Y el círculo de sangre y explosiones se mantiene. Sahron sabe que atacando a Arafat que es su enemigo personal, incita a Hezbolah a cometer más actos terroristas, lo cual a su vez le da justificación para seguir atacando a su enemigo. Y la ronda se repite, no importa donde empieza. Y nadie rompe el círculo de horror mediante el diálogo sin condiciones. Parece que todos gustan de esta danza macabra con la muerte.

Y en el interior de los países el drama se repite. En Rusia con los Chechenios y en Colombia con las FARC y el ELN. No dialogan, se amenazan y se matan. La retórica de los militares y las de los guerrilleros es la misma, te odio, te demonizo y así justifico la necesidad de acabar contigo. No dialogo sino con condiciones imposibles. Mi arrogancia es más grande que la tuya. No me siento a una mesa para tratar de entender al otro.

Así hemos escogido las balas como substituto de la comunicación y el diálogo. El diálogo es para muchos signo de debilidad. Para mi sigue siendo el más noble de los ejercicios en que la humanidad se puede embarcar para convivir en paz. Pero la humanidad parece haberlo olvidado como una alternativa a la guerra. Triste pero es la realidad.

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