Por esos días se habían dado unas terribles epidemias virales que afectaron gran parte de la población mundial y que se propagaron de manera tan rápida y violenta que paralizaron muchos sectores de la sociedad en todos los continentes en tan solo unas horas.
Es por eso que mi primera sospecha al notar los síntomas extraños fue una infección viral. No respondía ágilmente como acostumbraba y en ocasiones repentinas simplemente dejaba de trabajar. Entraba como en estado de coma. Todos los indicativos externos parecían normales sin embargo no había actividad de procesamiento alguna.
Primero me cercioré de tener el antivirus lo mas actualizado posible y luego lo puse a revisar todos los discos con sus particiones del sistema operativo, datos y programas. Pero lamentablemente no se encontró virus alguno. Digo lamentablemente porque los síntomas continuaban y no había virus para culpar. El sistema se seguía congelando manteniendo la misma imagen en la pantalla por horas como si se hubiera quedado hipnotizado t sin responder a los estímulos del teclado y el ratón.
Después de descartar los virus, intente determinar si acaso era la interacción de alguna combinación extraña y peculiar de programas la que estaba causando el problema. Inicie la maquina primero con unos programas, luego con otros, después sin programas mas que el sistema operativo y siempre el resultado era el mismo; funcionaba bien un rato y de repente otra vez en estado cata tónico. Y además, había cogido un chillidito que ensordecía; el mismo que hace una rueda que le falta aceite. Yo ya estaba que echaba humo.
Finalmente me decidí empezar de cero. Hice los respaldos correspondientes y empecé por re-formatear el disco duro. Recién estaba arrancando para reinstalar el sistema operativo cuando nuevamente se congelo. Carajo! Ahora es obvio que el problema no es el software sino el hardware. Pero que diablos es?
Decidí entonces por una intervención de corazón abierto. Destape la caja y empecé a sacudirle el polvo. Lo sople con un tarro entero de aire comprimido y salió tanto polvo que se formo una nube gris en el cuarto. Revise que todas las tarjetas auxiliares estuvieran bien asentadas y que todos los cables estuvieran bien conectados. Después de esta limpieza reinicie el sistema aun con la caja abierta y fue entonces cuando me di cuenta que un pequeño ventilador pegado a uno de los chips, no al CPU sino al BIOS (Basic Input/Output System), era el que chillaba y que además estaba andando medio renco. Unas cuantas revoluciones a velocidad normal seguidas por unas cuantas en lentitud progresiva con amague de parase completamente. Cuando se paraba lo empujaba con el dedo y volvía a dar vueltas.
Así lo tuve funcionando un rato hasta que el ventilador paro del todo y esta vez no lo ayude con el dedo sino que lo deje quieto para ver que pasaba. Tan solo habían pasado un par de minutos desde que el ventilador paro cuando se congelo otra vez. Mas claro ya no podía ser. El computador tenia fiebre, se le había reventado la correa del ventilador, se estaba recalentando pero sin echar humo. Pase los siguientes días en busca del ventilador de reemplazo adecuado y con eso tuvo. Santo remedio. Reinstale todo el software y hasta el día de hoy no ha vuelto a presentar síntomas.
Yo sabia que los computadores desde hace ya un tiempo tienen sistemas de protección térmica, sobre todo para proteger el CPU, pero nunca en casi veinte años de trabajar con PCs había visto que un computador se recalentara y presentara síntomas tan humanos ante la fiebre elevada. La próxima vez que su sistema se congele, verifique que no tenga fiebre antes de llamar al especialista.