El Horóscopo de los Infalibles

Ignoro la fecha de nacimiento del ministro del interior de Colombia, Fernando Londoño pero sospecho que su signo del zodíaco podría ser el mismo del fiscal general (o ministro de justicia) de Estados Unidos, John Ashcroft, quien vino a este mundo un 9 de mayo, tan parecidos como son. El horóscopo para el mes de junio del año en curso les diría algo como “Los astros le auguran amplias posibilidades para decir lo que piensa y espantar a los burgueses. Mientras los planetas sigan protegiendo a su protector, cualquier burrada le será perdonada. Pero cuídese de los que cree ignorantes e inferiores.”

El señor Londoño, fiel a su acostumbrada altanería, formuló una pregunta para la historia, o mejor dicho escupió una frase que pasará con él al anecdotario de los soberbios irredimibles cuando refiriéndose a sus adversarios políticos que aprobaron un proyecto de reforma que le disgustaba, aseguró que en el futuro la gente se preguntaría qué clase de cigarrillos estaban fumando los congresistas cuando votaron.

El inspector general de la dependencia oficial en la que manda el señor Ashcroft presentó un informe crítico de la manera como han sido tratados los sospechosos de terrorismo después del 11 de septiembre de 2001 en las cárceles del departamento de justicia. De acuerdo con el informe, que no acusa a nadie de conducta criminal, los presos del señor Ashcroft sufrieron vejámenes físicos y su capacidad legal de defensa fue infringida en numerosos casos, bajo el manto de una tal Ley Patriótica aprobada por un congreso aterrado por la demolición de las torres gemelas y el atentado al pentágono.

La respuesta del departamento de justicia fue que seguirían haciendo todo lo que no violara la ley para perseguir a los terroristas, es decir, seguir violándola. El ínclito señor Ashcroft respondió en forma aún más acorde a su tergiversada concepción de la justicia, diciendo que es necesario reforzar la Ley Patriota para permitir la pena de muerte contra los responsables de cualquier atentado terrorista en que haya una víctima y para prohibir la libertad bajo fianza de cualquier presunto terrorista.

Cobijado por la confianza de un presidente que disfruta de inmensa popularidad, el ministro colombiano espera superar las amenazas de censura y destitución de unos congresistas a quienes considera ignorantes e inferiores. Disfrazado con el aval de otro presidente de lo más popular, amiguísimo de la pena de muerte, el ministro estadounidense espera seguir haciendo de las suyas.

Mientras tanto otro señor de la misma constelación astral, el guerrero secretario de defensa de Estados Unidos Donald Rumsfeld, en quien su presidente parece haber delegado algunas funciones de canciller, se las ha arreglado para mantener candente la animosidad entre europeos y estadounidenses al declarar de sopetón en Bruselas que su país no contribuirá a la construcción de la nueva sede de la OTAN mientras Bélgica no derogue una ley que permite acusar ante sus tribunales a cualquier persona como culpable de crímenes de lesa humanidad. Curioso orden internacional este en el cual la riqueza de un país sirve para amenazar la integridad jurídica de otro.

Es difícil prever cuándo desaparecerá este reinado del chantaje y del proteccionismo de funcionarios ineptos o perversos por presidentes omnipotentes. Cuando aquellos a quienes se acusa de ignorantes e inferiores asuman el liderazgo, empezará a cambiar la situación. En Estados Unidos los excluidos, despreciados y perseguidos por el señor Ashcroft –musulmanes, latinos, afro-americanos, gay- están creando o afianzando sus organizaciones políticas para reclamar sus derechos y asumir el lugar que les corresponde en la sociedad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

7 + 11 =