Democracia con Charreteras

La evangelización de la democracia se puso las botas y un teniente-general en retiro de las fuerzas armadas de Estados Unidos, Jay Garner, reemplazó a Sadam Husein en la presidencia de Irak con la meta primordial de establecer el orden democrático a ritmo marcial. El general, sin embargo, afronta restricciones en su misión evangélica. Don Rumsfeld, el dueño del Pentágono, ha dictaminado que un Estado islámico será inadmisible aún si lo quiere la mayoría de la población. En esto coinciden Rumsfeld y Husein, cuya tiranía fue secular. El secretario recibió el “respaldo” de su jefe el emperador Tejano, quien se atrevió a decir ante una audiencia de árabes-americanos en Detroit “América no tiene ninguna intención de imponer nuestra forma de gobierno o nuestra cultura.” El presidente, por su parte, ha ampliado la costumbre de besar bebés como arma electoral, ahora también besa árabes.

El señor Rumsfeld ha visitado las provincias del imperio, desfilando por Afganistán y por Irak rodeado de tanques de guerra y de fusiles para traer a sus pueblos la buena nueva de la democracia y la libertad. Mientras tanto el presidente Bush ha ejecutado una maniobra deslumbrante e impecable cuando, después de un aterrizaje televisado en el barco de guerra USS Abraham Lincoln, se dirigió a la nación y al mundo (Urbi et Orbi, como el papa) desde el imponente navío, para anunciar la inesperada victoria de Estados Unidos sobre Irak, reiterar que seguimos en guerra y asegurar que cuando los estadounidenses se vayan dejarán un Irak libre. Su inspirada perorata fue aplaudida a rabiar por un coro militar.

La democracia evangélica y la práctica no siempre coinciden y ambas reclaman a veces el respaldo de las bayonetas. En Madrid, por ejemplo, la prensa anunció que un proyecto de nuevo código militar contemplaba como figura delictiva punible con prisión el manifestarse en contra de la participación de España en un conflicto internacional. Es decir, establecía un castigo para evitar la repetición de eventos como las manifestaciones masivas a favor de la paz y contra el gobierno de don José María Aznar. Ante el furor que causó el simple anuncio y teniendo en cuenta la necesidad simultánea de conseguir votos en las elecciones regionales y locales del 25 de mayo y de conservar el indispensable apoyo castrense, los encargados de la democracia española declararon que la reforma del código militar no es prioridad para la presente legislatura. Ni bueno ni malo, sino cualquiera de los dos. Se estudiaba, por otra parte, abrir un expediente disciplinario al juez Baltasar Garzón por haber publicado un escrito y leído un discurso contra la política del gobierno en la guerra de Irak.

Otro país donde los ciudadanos, hastiados de supuestos gobiernos democráticos que no lograron condiciones aceptables de vida en sociedad han optado por respaldar la democratización con la fuerza es Colombia. La tercera reunión en Washington del presidente Uribe con el señor Bush indica a las claras ciertas coincidencias, no siempre loables, de aspiraciones y métodos entre los dos mandatarios.

Los efectos del ejercicio de la democracia .tampoco son siempre ejemplares. En Argentina, por ejemplo, el candidato que recibió más votos en la primera vuelta de la elección presidencial es un repitiente de tercer período, bien conocido por dos factores: la aplicación textual de las teorías neo-liberales a la economía del país y el aura de corrupción que según percepción colectiva adornó su gobierno. En Paraguay ganó como siempre el candidato del partido colorado, el más longevo del mundo en el gobierno, que cuenta en su historial con estrellas como Alfredo Stroessner.

Hay, por fortuna, esperanza. Como lo dijo el Gobernador del Banco de México Guillermo Ortiz en la II Conferencia Internacional de ABC sobre Europa y América, el futuro de América Latina a mediano plazo pasa por Lula. El presidente de Brasil, electo por amplia mayoría de sus compatriotas, gobierna para todos ellos. Así debería ser siempre la democracia, con actos y sin evangelio.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

two × one =