Finalmente he concluido que la historia no es lo que realmente ocurrió sino lo que quien la escribe piensa o pretende hacer creer a los demás que pasó. Es por eso que considero conveniente escribir mi propia historia sobre lo que ha pasado, está pasando y terminará pasando en Irak.
Para empezar, Estados Unidos instaló a Sadam Husein en Irak para que les hiciera el trabajo sucio de pelear contra Irán, matando hasta trescientas mil personas haciendo uso de las armas químicas y biológicas que por lo menos 70 empresas de Estados Unidos, Inglaterra y Alemania ayudaron a desarrollar. ¿Cuánto pagaría Husein por dicha cooperación técnica?
Este trabajito sucio fue necesario porque el Sha de Irán, títere que EE.UU. en su época entabló en ese país, fue derrocado por la revolución liderada por el Ayatolá Khomeni quien en ese momento representaba mucho peligro para los intereses económicos y estratégicos de EE.UU. y que además se atrevió a tomarse su embajada en Teherán manteniendo sus ocupantes como rehenes mas de un año.
Algo similar ocurrió con Osama Bin Laden a quien EE.UU. apoyó a través de la CIA mientras este peleaba contra los rusos en Afganistán pero quien una vez cumplido su servicio al imperio se convierte en enemigo público número uno.
Pasó lo mismo con el general Noriega de nuestro vecino país de Panamá, a quien hasta le perdonaron el narcotráfico mientras estaba en la nómina de la CIA pero a quien no dudaron en remover mediante la invasión de un país soberano.
Pareciera mala costumbre de EE.UU. siempre contratar sicarios y convertirlos en dictadores y tiranos de sus países como estrategia para la democratización del mundo.
Volviendo al tema de Irak, cuando al señor Husein se le crece demasiado el ego y decide invadir Kuwait, papá Bush rapidito lo pone en su sitio. Niño Bush, no contento con el trabajo de su padre, se toma la presidencia de EE.UU. pese al deseo contrario de la mayoría de los votantes de ese país, y decide terminar lo que doce años atrás no se terminó.
La justificación para esta guerra comenzó a invadir la conciencia de la sociedad gringa casi inmediatamente después que destrozaran a Afganistán en represalia por amparar a Osama Bin Laden, autor de la atrocidad del 11 de septiembre. Dicha justificación se baso en el tremendo arsenal químico y biológico que Irak poseía (ya sabemos de donde lo sacaron) y la amenaza que Sadam Husein representaba para el mundo. También se alegó que era intolerable que este tipo se pasara por el bozo todas las resoluciones de la ONU que exigían su desarme. Además, después de varias décadas, se tornaron intolerables los abusos a los derechos humanos, la dictadura y represión de este pueblo desamparado en manos de un diablo como Husein. ¡Hay que liberar las gentes de Irak!
Lo insólito obviamente es que el desconocimiento del derecho internacional por parte de otros países, incluyendo a EE.UU., el desacato a las resoluciones de la ONU como es el caso crónico de Israel, la violación de los derecho humanos de los Palestinos, su represión y opresión, nunca han sido blanco de la furia y poderío militar de EE.UU..
Tampoco han sido castigados tan severamente otros países que en violación de todo tratado y convención internacional han desarrollado armas nucleares como Israel que aun niega tenerlas pero que todo mundo sabe que las tiene; o como Sudáfrica que mantuvo un gran programa nuclear mientras se mantuvo el apartheid pero que ante la eminente caída de este sistema prefirió abolirlo y documentarlo con lujo de detalles antes de que estas armas cayeran en manos de la mayoría de raza negra de su país.
Y ridículo es que en el afán de liberar a Irak, eliminar la amenaza que Husein representaba para la seguridad mundial y evangelizar la democracia por el mundo, EE.UU. ignoró por completo los principios básicos de la democracia al no acatar las resoluciones de la ONU en contra de la guerra y hacer caso omiso de las estrepitosas manifestaciones por el mundo entero que siguen diciendo NO a la guerra.
Denigrante fue el intento (exitoso además) de comprar abiertamente el apoyo de algunos países en búsqueda de legitimidad para sus acciones. Algunos resultaron baratos, 8 o 15 millones, mientras algunos como Turquía, ni por 24 mil millones se transaron.
Continuando con la historia, EE.UU. da inicio a la guerra como todos siempre supimos que lo haría a pesar de que la enorme mayoría civil del mundo estaba en contra. Miles de bombas después, miles de iraquíes y cientos de Gringos muertos después, Irak se encuentra destrozado. El temible ejercito iraquí poca resistencia puso y nunca se vieron, ni se encontraron las terribles armas químicas o biológicas que se le acusaba poseer. La enorme presencia militar gringa e inglesa no pudo contener el saqueo ni ha logrado establecer vías de suministro seguras para la ayuda humanitaria pero si logro proteger los campos petroleros y el ministerio del petróleo. Se desvela el verdadero propósito de la guerra.
Y ahora que todo esta derrumbado se habla de la reconstrucción. Se habla de la repartición de los contratos para las obras de reconstrucción, quienes participaran y quienes no. ¿Quién dice que la guerra no es rentable, antes, durante y después? Además, para echarle sal a la herida, pretenden pagar la reconstrucción con los ingresos de Irak por concepto del petróleo. Normalmente quien rompe los platos los debe pagar, no el dueño.
La historia tiene una forma perversa de repetirse y como ejemplo tenemos las negociaciones que se están llevando a cabo para determinar quien va a gobernar en Irak.
La coalición esta en conversaciones con los Iraquíes exiliados para ver como forman un gobierno. Pero, ¿Alguien le esta preguntando a los ciudadanos de ese país que han sufrido en carne propia las bombas inteligentes que tipo de gobierno quieren y quién lo debe dirigir?. ¿Quién será el próximo diablo que EE.UU. instale en ese país para que cuide de sus intereses?
Para finalizar, Sadam Husein es un mismo diablo y no merece piedad alguna. Sus crímenes contra su propia población deben ser castigados severamente pero dentro de un marco jurídico de carácter global no unilateral. No son justificables moral o legalmente las acciones de EE.UU. al entablar esta guerra contra Irak de manera unilateral y en contradicción de todos principios sociales, éticos, políticos y morales que la humanidad ha construido en la época moderna para garantizar su convivencia y sobrevivencia.
Cuando Irak, en contra de toda norma de comportamiento y convivencia invade a Kuwait, la ONU resolvió restringir las libertades de Irak para comerciar y hasta para volar sobre gran parte de su territorio nacional. Se le exigió el desarme por ser una amenaza para sus vecinos y el mundo en general y se sometió a inspecciones regulares que confirmaran el progreso en cumplimiento de dichas resoluciones. ¿ Cuales serán las sanciones que la ONU imponga al agresor esta vez?